Mi marido tenía un amigo que vino una vez a nuestra casa para hacer un trabajo de electricidad.
Su amigo sabía de nuestro tipo de relación, ya que me seguía en mis redes sociales más hot.
Él chico me resultaba muy atractivo y era del tipo que a mí me gusta, tipo malote, tatuado, con músculos…
Tras ese día nos pusimos a hablar por instagram, al principio conversaciones normales pero poco a poco más subidas de tono.
Comenzó con preguntas sobre nuestro tipo de relación cuckold y poco a poco fuimos hablando más, terminamos mandandonos fotos muy picantes y cada vez que hablaba con él terminaba muy caliente y excitada.
Un día decidimos llevar las fantasías entre él y yo a la realidad, y concertamos una comida en nuestra casa.
Llegó el día y Borja (nombre inventado para preservar la identidad) llegó a casa.
Hablamos un rato y nos dispusimos a hacer la comida.
Durante la comida Borja no dejaba de mirarme con cara de deseo, y sutilmente ponía su mano sobre mi pierna y me acariciaba sensualmente.
Al rato después de comer y seguir hablando, como sentia que Borja no hacía más que tocarme, decidí tomar la iniciativa y le besé.
Él me devolvió el beso y nos morreamos un rato frente a mi marido. Poco a poco él iba metiendo su mano debajo de mi vestido y yo empezaba a estar ya muy excitada.
Lo tomé de la mano y lo llevé a la habitación, ahí seguimos besandonos intensamente y poco a poco sus manos levantaron mi vestido corto dejando mi tanga a la vista.
Mientras me besaba con mucha pasión sus manos apretaban mis nalgas y sus manos frotaban todo mi cuerpo.
Me quité el vestido y el sujetador, quedando solo en tanga. Él se quitó la camiseta y seguimos besandonos y tomándonos.
Yo sentia su polla muy dura a través del pantalón, y sentí la necesidad de sacarsela del pantalón. La agarré un poco con la mano mientras aún nos besabamos, pero Borja, que parecia haber perdido la verguenza y se le veía mas lanzado y decidido, me miró y me agachó hacia su polla.
Me arrodillé frente a él y comencé a comerle la polla.
Se la chupé lo mejor que sabía, escupia de vez en cuando en su polla, me la metía hasta el fondo, le cogía los huevos mientras se la comía… Borja estaba disfrutando y poco a poco se lanzó un poco más, agarró mi cabeza con una mano y la comenzó a empujar contra su polla haciendo que esta entrara hasta el fondo de mi garganta.
Estuvimos así un rato hasta que borja me levantó, me tiró de espaldas contra la cama y me la metió con fuerza.
Ya habiamos chateado antes y él sabía que me gustaba el sexo cañero y que soy muy sumisa, y desde luego me había tomado la palabra.
Sabía lo que me gustaba y me agarró de las caderas empujando su polla dentro de mí como un animal.
Yo estaba muy excitada y él no hacía más que empujar y empujar con fuerza.
Mientras me embestia sentia como me agarraba del pelo con una mano mientras que con la otra agarraba mis nalgas para empujar con más fuerza.
Borja paró de embestirme. En ese momento yo ya había tenido un orgasmo, pero él me dijo: baja y chupamela un poco puta.
Yo al escuchar eso volví a sentirme muy excitada, así que bajé para comerme su polla. Se la estuve chupando un poco, hasta que Borja vio que en la cama sobresalían unas cuerdas con grilletes que suelo usar a veces con mi marido.
Sin pensarlo dos veces Borja me dijo que me tumbara boca abajo en la cama y comenzó a atarme los pies y las manos con los grilletes de la cama.
Cuando ató el ultimo grillete y me sentí atada e inmovil, me sentí muy excitada solo de pensar que podía hacer conmigo lo que quisiera sin yo poder resistirme.
Se puso detrás de mi y metió su polla en mi coño.
Yo me sentía atada e indefensa mientras él me follaba muy intensamente.
En una ocasión dejó todo su cuerpo sobre el mío, rodeó mi cuello con su brazo y presionó. Él sabía por las conversaciones que habíamos tenido que eso me gustaba.
No apretó con excesivs fuerza, podía respirar, pero si notaba la presión y algo de dificultad mientras él con todo el peso de su cuerpo me follaba como un animal con una embestida tras otra.
Fue en ese momento cuando tuve mi segundo orgasmo. Él se dio cuenta al sentir mi respiración y mis gemidos tan altos que parecían grito.
Cuando sintió el final de mi orgasmo se incorporó, sacó su polla de mi coño, y comenzó a acariciarme suavemente las nalgas.
Yo aun atada, con los ojos cerrados y recuperando la respiración, agradecia las caricias, que poco a poco se iban acercando a mis partes.
Poco a poco y a suavemente sus dedos comenzaron a masajear mi culo, y con saliva Borja empezó a meter sus dedos en mi culo.
Al principio un dedo, luego dos. A medida que mi culo se dilataba yo volvía a excitarme como una loca. Cuando le quise dar cuenta Borja estaba de nuevo sobre mí, pero esta vez su polla edtaba en mi culo en lugar de mi coño.
Borja empezó a moverse despacio y su polla entraba poco a poco dentro de mi, hasta que se dio cuenta de que mi expresión y gemidos pasaban de estar tensa a estar disfrutando.
Entonces Borja subió la intensidad y empujaba con mas fuerza y las rapido su polla en mi culo, sin yo poder hacer nada más que gemir y disfrutar estando ahí atada y sometida.
Borja puso su mano por delante de mi y empezó a frotar su mano en mi coño, rozando mi clitoris mientras follaba mi culo.
La excitacion me hizo tener mi tercer orgasmo, y esta vez Borja al sentirlo se vino conmigo.
Sentí su leche dentro de mí y bajar la intensidad de sus embestidas.
Quedamos unos segundos así tumbados y Borja se incorporó y comenzó a quitarme los cuatro grilletes.
Fue entonces cuando vi a mi marido. Con la euforia y la excitación se me había olvidado por completo y ni le había dado cuenta de que estaba allí con nosotros.
Vi su cara de impresión y una gran ereción en sus pantalones. Cuandon se marcho su amigo, yo aun excitada por lo que acababa de hacer, y mi marido igual por lo que había visto, follamos dos o tres veces. Fue una tarde inolvidable.